miércoles, 15 de abril de 2009

Chau, Copa

Lanús no pudo hacer el milagro: igualó en México y se vuelve ya eliminado.













Se sentó a la mesa, esperó por las cartas. Jugó, pero la última, ese ancho que necesitaba, no le salió. Lanús, el buen Lanús de Luis Zubeldía, se despidió anoche de la Copa Libertadores, después de empatar en Guadalajara ante las Chivas, y ahora se jugará todas las fichas al Clausura argentino.

Hay, seguro, bronca en el Granate. Pero no por la derrota de anoche: el equipo campeón del Apertura 2007 -por entonces con Cabrero como entrenador- perdió sus chances de clasificarse para la siguiente ronda en su propia casa. Empató con el team mexicano en su debut; perdió frente al Everton hace casi un mes; el choque con Caracas, en 15 días, será apenas una triste despedida.

Lanús llegó a Guadalajara con la obligación de ganar para seguir con vida. Llevó todo, lo mejor que tenía sano, pero a último momento Zubeldía decidió cuidar a Blanco -todavía no al 100% después de un esguince de tobillo- y a Sand para el choque del domingo, frente a Tigre. Y le costó hacerse fuerte. Chivas manejó la pelota, intentó abrir la cancha y probó mucho a Bossio, que respondió bien, excepto por flojo rechazo en una mala salida en un córner que Hernández no supo aprovechar con el arco libre.

Con la pelota casi siempre en su poder, Chivas igualmente no fue punzante (sólo un mano a mano en el PT, de Hernández, que Bossio resolvió achicando y rechazando con los pies, y un par de remates de larga distancia). Lanús apostó por aprovechar los espacios que Chivas dejaba libres atrás. Tuvo una de Biglieri -derechazo que se fue cerca- en el primer tiempo, un desborde del propio Saviolita que Menéndez no llegó empujar a un metro del arco, en el segundo. Fue poco. Después de la expulsión por doble amarilla de Velázquez, Zubeldía reacomodó a su equipo y perdió peso ofensivo, pero aún así llegó de contra (Faccioli se perdió una, Ramírez probó de afuera). Chivas insistió, sin el vuelo de otras épocas, llenó de centros el área visitante, le anularon (bien, por offside de Hernández) un gol a Reynoso y se quedó con el empate. Ahora, si no pierde con Everton, pasará. Y Lanús se vuelve cabizbajo, sin esa Copa que tanto desea. Ahora, todo al Clausura.

Fuente: Diario Olé

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