jueves, 2 de abril de 2009

La fiesta del Capitan

LLeva 191 partidos con el ya "mítico" 13. Allá por la fecha 14 cuando recibamos a Central cumplirá 200 partidos en la valla Granate. El equipo de CaT convoca. Que comienzen los festejos.

   Arrumbado en uno de los rincones del vestuario, el polémico gigante expresaba, no exento de tristeza, su preocupación por la llegada del nuevo arquero. Sorprendido por las repentinas muestras de cariño recibidas, el Capitán América (apodo acuñado por un minúsculo grupo de fanáticos confiados en que el cordobés los depositaría en la cima continental) tenía una particular visión sobre el origen de las mismas "Estos guachos me apoyan ahora que estoy en el horno". Pero Chiquito no reparó que junto a ese grupo de hinchas, nos encontrábamos nosotros, los que siempre, aún en los momentos oscuros, confiamos ciegamente en las condiciones del líder. Quizás esa haya sido la causa por la cual Carlos nos ha respondido de la misma forma.
   "Hay que hacer algo!!". Gritó el Gato. "Si, pongamos a Caranta", contesté en el apuro. "No gil, se nos cae, se nos cae!!". "Se golpeó otra vez?", pregunté pensando que Chiquito se había llevado puesto el marco de la puerta nuevamente, hecho que fastidiaba sobremanera al cordobés y al muchacho de Mantenimiento de la zona de Vestuario. "Después te llamo", se fastidió el calvo y se fue mascullando bronca.
   Me encontraba en casa a punto de comenzar a cebar unos ricos mates, cuando recibí un mensaje eufórico que decía "Hay que hacer la fiesta por el bicentenario!!". En principio creí que se trataba de un destinatario equivocado pero el envío decía claramente "Gato". "Uy, que mal está este pibe!!" pensé, pero un inmediato envío me aclaraba el panorama, "167 partidos locales, 24 por copas, llevo media docena de churros", y a los pocos minutos el apodado felino estaba parado en la puerta con una sonrisa de oreja a oreja y un paquete en la mano.
   Luego de una intensa pelea con las matemáticas caímos en la cuenta de que sólo 9 son los cotejos que separan al ídolo cordobés de los doscientos partidos con la camiseta color grana. "Hay que hacer una fiesta!! Caranta las pelotas !!", clamó el calvo y un pedazo de churro dio de lleno en una de las begonias preferidas de mi madre. "Mirá Gato, si tenemos que invitar a todos los que marcaron la carrera de Chiquito, tenemos que hacerlo en Wembley", refiriéndome a la idea de organizar un partido homenaje.
   Es raro organizar este tipo de tributos, son mas reticentes los otrora compañeros de zaga, "Yo ese día tengo que vacunar el perro", se excusó Leandro Gioda, hoy en los rojos de Avellaneda, que sus enemigos o rivales de turno. "Eu le tenho un aprecio especial, chute bola e marquele do canho. Contem con meu", nos escribió Leandro Amaral, del Vasco da Gama. "Fué importante en mi carrera", Luis Farías, del Instituto Sta. Lucía. La avalancha de mails que llenaron nuestras casillas cuando el rumor del cotejo parecía concretarse nos hizo tomar conciencia del cariño que cosechó Chiquito en su carrera. "Nunca lo voy a olvidar, yo le hice un gol con la oreja", fue el último que leímos, y un tanto cansados nos fuimos para el club.
   Hablamos con otro forista que entre sus hobbis tiene el de armar distintos dvd con imágenes emocionantes, para encomendarle algo que sirva para proyectar en la previa del encuentro homenaje. Pero nos comentaba las dificultades de repetir 100 veces la atajada a Patiño en aquel clásico en Peña y Arenales.
   "Ya estoy bien, shou mas gou on", se alentaba el consagrado golero, después de darle la bienvenida al nuevo compañero, en un gesto que lo pinta de cuerpo entero. "Estoy entero", mientras verificaba una por una las partes de su cuerpo. "He tomado una decisión, voy a hacer el C.B.C", arriesgó Carlos con la certeza de que la vida lo ponía ante una nueva encrucijada, un nuevo desafío. "Lo hubieses hecho antes!", gritó uno, "yo te acompaño todos los días a la facu" vociferó otro desde el estacionamiento.
   Con la fortaleza que siempre lo caracterizó, esa que lo transformó en líder indiscutido del plantel y en el arquero más exitoso de la historia de nuestro club, Chiquito se encarama decidido a encarar este nuevo logro.
   Asombrado por la determinación de nuestro ídolo, me acerqué y casi en voz baja le pregunté: "Es verdad Chiquito? Qué vas a estudiar?". Y el capitán, pícaro como todo cordobés, y con la seguridad de que lo espera la consagración definitiva me susurró al oído. "El C.B.C boludo!! Chiquito bicampeón". Y te juro que me temblaron las piernas. Vamos a tirar la casa por la ventana, se lo merece.

Al Capitán América, con cariño.
Fuente: Lanus.com.ar

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