lunes, 27 de abril de 2009

Gigante Chiquito y triunfazo en Mendoza

Lanús le ganó a Godoy Cruz por uno a cero en un verdadero partidazo, con gol de Eduardo Salvio. El equipo generó muchas situaciones pero no pudo ampliar. Determinante Bossio para mantener el cero propio y para iniciar oportunamente la jugada que derivó en el gol. El Grana sigue a sólo un punto de Vélez.












Partidazo. Otro término no le cabe al espectáculo que brindaron tanto Godoy Cruz como Lanús. Ambos equipos, con la misma intención, el juego prolijo y el buen trato de pelota como bandera a la hora de jugar. Los locales, más armónicos a la hora de construir. La visita, con menos toques pero mucho más vertical. El Grana se terminó imponiendo, por saber aprovechar una contra y por la excelente actuación de su arquero, artífice de no solo la jugada que derivó en el gol sino que también del cero en el arco propio. Tuvo muchísimas posibilidades para ampliar el marcador pero no pudo concretarlas. Tuvo otras tantas también pero en contra, como para que la victoria no fuera realidad. En Bossio y los palos esta la respuesta de por qué el Tomba jugó tan bien pero no pudo abrir el marcador.
Los primeros minutos encontraron a los locales en mejor forma, aprovechando la franja izquierda defensiva de Lanús, llegando con pelota dominada a los pagos de Velázquez, explotando de esa manera la espalda de Valeri, que retrocede de manera pasiva, más pensando en estar bien ubicado a la hora de gestar la jugada que se inicia cuando la posesión cambie de dueño que en el jugador que se mueve por ese sector del ataque rival. Hernán Encina, el sapito, fue el jugador rival a destacarse en ese tramo. Todo lo bueno pasaba por lo que generaba el ex Central.
El Grana tardó algo más en encontrarle la vuelta pero con el espacio que dejaba el equipo local, en clara actitud ofensiva, el camino hasta el área de Ibañez se simplificaba y con unos cuantos toques menos, Lanús era hasta casi más punzante si se quiere. Faltaba el toque final para abrir el marcador, una falencia compartida por los dos equipos. Como estratega de su juego, comenzó apareciendo Diego Valeri, pidiéndolas todas, haciéndose cargo del timón a la hora de proponer y tratándole de dar destino seguro a los pies del compañero mejor ubicado en casi todas las ocasiones. Con el correr de los minutos, el Pelusa comenzó a fallar en la conclusión de lo que comenzaba a generar y fue la figura de Eduardo Salvio, la que comenzó a desnivelar en la ofensiva Granate.
Cuando parecía que ninguno podía romper el cero y ambos ya contaban con varias situaciones en su haber como para ganarse méritos de que la chapa cambie, Bossio leyó antes que todos el contragolpe que terminó generando de un saque de arco hecho de manera oportuna tras un estéril remate al arco con la mayoría del equipo local en ofensiva y habilitó de manera excelente a Blanco, generando una contra de dos contra dos. Chucky, de manera magistral, controló el pase de más de 40 metros del portero y capitán y habilitó al Toto, quien al recibir miró el arco y al portero local y definió junto a un palo cuando el primer tiempo ya se extinguía y poco quedaba por hacer. Oportunismo marca cañón y otra vez en Cuyo (la anterior más recordada había sido en aquella épica remontada ante San Martín de San Juan), Bossio se disfraza de gestor del gol propio.
En el complemento, Lanús mostró una mejor imagen. Los locales ya no pesaban tanto, ya que el desgaste hecho en la primera etapa era más que importante. Sín embargo, eso no hizo que renunciaran a la hora de atacar y buscar la igualdad. El Grana, generó muchísimas más situaciones como para ampliar pero solamente en dos no falló a la hora de definir, pero sí a la hora de estar habilitados sus delanteros. El panorama, era atrapante ya que tanto se podía ampliar como correr el riesgo de quedarse con un solo punto en cualquier momento, porque si bien eran más desordenados que antes, Godoy Cruz en ningún momento renunció a la hora de atacar. En los palos y en Bossio esta la clave de la no apertura del marcador del más que interesante elenco Mendocino.
Lanús volvió a ganar un partido más que difícil contra un rival que no sólo defiende un estilo similar al del Grana, sino que lo hace de manera más que buena. No en vano Godoy Cruz se ganó el respeto de todo el fútbol Argentino, por un juego armónico y atildado, que algunos equipos con más de 100 años nunca pudieron demostrar siquiera alguna vez. El equipo dijo presente a la hora de ganar un partido complicado que se presentó como tal pero disputado con la nobleza de aquellos que siempre miran hacia adelante y van en todo momento. Las figuras, Bossio por sobre todos, determinante como ya lo dijimos, y Salvio, desequilibrante como generar el sólo tanto las propias como las de sus compañeros.
El Grana sigue a un punto, falta más que bastante todavía y lo bueno quizás este en que todavía el equipo no encontró su mejor nivel. El doble cinco, como con Tigre, por momentos hace agua y es mucho el campo que cede Lanús, además de ya saber hasta la gente de la Premier League a esta altura, que en las espaldas de los dos volantes carrileros del equipo, se encuentra un campo fértil para los rivales a la hora de generar juego. Esa falencia propia tampoco es resuelta por los dos de contención y parece ser que el desgaste de los rivales influye más a la hora de remontar en los segundos tiempos el trámite del juego que el propio juego en sí. En criollo, que el equipo parece mejorar más porque los rivales se cansan y no porque el medio agarre la manija. Habrá que laburar en serio eso porque, se sabe, que de tanto ir, alguna inevitablemente nos van a terminar embocando.
En cuanto a lo actitudinal, lo de Lanús sigue siendo más que positivo. El equipo se hace cargo de que pelea por el título: va, trabaja el partido y de alguna manera lo saca adelante. De acá al final, se parecerá mucho a eso. Concentración por sobre todo, saber aprovechar los momentos y saber hacer la lectura correcta en cada uno de ellos. Eso es madurez y Lanús demuestra que la tiene, y eso no se consigue ni con refuerzos ni con trabajo de laboratorio en la semana. Es oficio y es casi tan importante como todo el buen juego que este equipo es capaz de generar.
Lanús sigue a un punto de Velez, es candidatazo a pelear hasta el final y el sábado recibe a Estudiantes, en otro partido más que complicado como todos los que restan hasta el final. Es cierto que el miércoles debe jugar el último partido de la fallida experiencia americana de este año, ante un rival con amigos perdedores y ridículos como los que tiene acá nomás, cruzando la calle Malabia o Uriarte, como usted lo prefiera. Si verdaderamente amerita ganar por eso, habrá que hacerlo. Lo cierto es que ya desde hace mucho tiempo no miramos para abajo. Nuestros objetivos están relacionados con la cima, hacia eso vamos y por eso intentaremos luchar, de aca hasta el final.

Por Gastón Cuccaro

Fuente: Lanus.com.ar

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