lunes, 16 de marzo de 2009

"De chiquito me decían Palermo"

Menéndez, nueva aparición goleadora del Grana, dice tener "cosas del Loco". Y eso que de pibe era wing...


















Cristian Menéndez todavía no cae. Aunque suene exagerado, meter su primer gol en Primera (el sábado, ante Colón) fue su sueño de chiquito. La alegría en su rostro lo demuestra. Al igual que la felicidad que expresa durante la charla con Olé. "Lo más lindo fue la cantidad de llamados que recibí de amigos, compañeros del colegio de Mar del Plata, de familiares... Me puso muy contento que todos estén al tanto de mí. Es como un premio, un reconocimiento a lo que uno hizo durante toda su vida", dice el delantero de 20 años.

-¿Imaginabas este presente seis meses atrás?

-¡No! Ni un mes atrás imaginaba lo que estoy viviendo, je. Son todas cosas nuevas las que me están pasando. Por suerte las cosas me están saliendo muy bien, y rápido. Pero a pesar de eso trato de disfrutar al máximo el día a día porque siempre lo soñé. Y eso que lo veía tan lejano todo...

-Pero las cosas las venís haciendo bien...

-Trato de estar tranquilo. Como decía, hace poquito las cosas no eran iguales. No me tengo que volver loco. Por suerte siempre tengo gente que me aconseja, y eso me ayuda muchísimo. Hoy disfruto el día a día. Soy un agradecido.

-¿Por qué lo decís?

-Porque empecé más o menos de grande a jugar. Tenía 12 años. Y fue de casualidad, me vieron jugando en la vereda con mis amigos, algo medio raro, je. Arranqué en el Mitre, un club muy chico de Mar del Plata. Después pasé por varios clubes, hasta que fui a Kimberley.

-¿Siempre jugaste de delantero?

-Sí. De chiquito me decían Palermo, je. Aunque en Inferiores jugaba de clásico wing, bien por afuera. Hacía un juego muy diferente del que hoy hago acá.

-¿Hoy te seguís viendo parecido?

-Siento que me parezco en algunas cosas, salvando las diferencias, obvio. Todavía creo que me falta ganar un poco más en el juego aéreo. Lo intento todo el tiempo, es muy importante hacerme fuerte en ese sentido. Igual, de chiquito, sentía mucha admiración por el Rolfi Montenegro. Por la potencia y la pegada que le veía.

-¿Cuánto tiene que ver Zubeldía con el momento que estás pasando?

-Al venirte solo de afuera, pasás momentos muy duros, en los que te bajoneás y pensás en dejar todo. Pero Luis siempre me decía que si seguía trabajando de la misma manera iba a tener mi oportunidad. Tener un técnico como él, que te tiene confianza y se la juega por vos, es muy importante. Si estuviera en otro lado seguro que todavía no hubiese debutado.

-¿La punta es consecuencia de la apuesta por los pibes del club?

-Sin dudas. Este presente se debe a esa política. Y nos sobra ilusión.

Fuente: Diario Olé

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