martes, 12 de mayo de 2009

Mucho más que un punto

Lanús igualó en un tanto ante River en el cierre de la decimotercer fecha. El equipo había comenzado mal y perdiendo pero logró empatarlo en el complemento y gracias a su buen juego, mereció quedarse con los 3 puntos. Gol del siempre más enorme Pepe Sand, para silenciar a una multitud de gallinas que lo insultaban. El Grana sigue a 2 a falta de 18 en juego.

No es para que nos digan ni gatafloras o románticos, pero el segundo tiempo de Lanús ilusiona más que cualquier victoria que se pueda conseguir, más de chiripa que de otra cosa. Porque verdaderamente Lanús jugó bien, en función de equipo, no fueron arrestos individuales de sus figuras, no se apostó al contragolpe y se fue decididamente en busca de la igualdad en primer término y de la victoria después. El Grana asumió el rol que siempre se le pide, el de sentirse uno de los mejores equipos del torneo y jugar ese fútbol, que supo depositarlo en lo más alto allá por Diciembre de 2007. Pudo ganarlo pero no lo logró. Sí, jugar en función de lo que se aspira, en una verdadera cancha difícil, contra un equipo que sólo tiene portación de apellido, suficiente como para que te inclinen la cancha los pitos y hasta te cobren un foul que nunca fue y de ahí llegue la ventaja.
Anticipándome, cual Siviero de los teclados, en el párrafo anterior hablábamos de la portación de apellido, el arbitraje y la ventaja. Si fuera un buscador de Google, elegiría esas tres palabras para explicar lo sucedido en el primer tiempo. La cuarta sería desconcierto y serviría para explicar el funcionamiento de Lanús, ya que tampoco da mirar para el otro lado y no mirarse a uno mismo. Lo cierto es que los ovíparos llegaron a la ventaja a través de una falta que no existió y hasta pudo ser advertida desde lo lejano y mal que se ve desde esa cancha. Laverni pitó varios segundos en diferido un supuesto contacto que no existió y con una ejecución magistral que Bossio no llega a despejar y que termina dando en el palo, García (tal su apellido, ya que a Villagrán nadie le decía Gilberto a secas y bastante bien quedaba) conectó libre de toda marca que intente siquiera molestarlo y abrió el marcador para un River que no llegó más, que mostró alguna prolijidad para elegir el camino a jugar (casi siempre por abajo) y que gracias a eso se abroqueló y se paró de contragolpeador.
Lanús no encontraba los caminos, a pesar de haber generado dos aproximaciones jugando al fútbol y no a los ponchazos. No es que estemos enfermos por el lirismo y nos enrolemos en esa escuela como verdaderos fundamentalistas sino que el Grana hace la diferencia jugando, así como otros equipos tirando pelotazos y apostando al juego aéreo. La nuestra es jugar por abajo, en equipo y desnivelar. Los últimos toques de esas aproximaciones fueron desacertados de plano y quizás ni en el resumen de Lanús 2000 aparezcan, pero no era lógico omitirlo. La más clara llegó a través de una patriada del Pepe, que el Toto definió realmente muy mal. Muy poco el balance para un equipo que pretende salir campeón.
En el complemento, la actitud fue completamente distinta. De entrada nomás, como para facilitar las cosas, llegó el empate del Pepe, gritado con la enjundia de aquellos que no olvidan y tienen que soportar los injustos insultos y silbidos de los mejores interpretes del ya famoso Silencio Atroz descripto oportunamente por Oscarcito Ahumada. De ahí en más, en vez de tomar una postura similar a la de River en el primer tiempo y que tanto le criticamos desde esta columna a Lanús en lo que va del torneo, se eligió el protagonismo e ir por el K.O. de un equipo flojito que de grande solo tiene la camiseta. Y Lanús jugó muy bien, encontró los espacios, el Pulpito se hizo gigante en la mitad de cancha, Ledesma aseguró todo lo que Pirlo no pudo (Pirlo solo para mimarlo un poco, porque cada vez más esta más cerca del Turco que del astro italiano a la hora de describir su juego) y la cosa fue más similar a la de meter a un equipo contra su área y no hacer del mediocampo una zona de transito.
Gorosito, como para ayudar a la causa, metió cambios que a su equipo lo alargaron del todo y entonces fue todo del Granate sín lugar a dudas ni discusión. Faltó embocarla y hubo más de 3 claras como para que justamente los 3 puntos se vayan para el Sur. No se pudo, pero desde el juego, se vio a un equipo que esta a la altura de las circunstancias y que quiere conquistar la tercer estrella de la historia.
En definitiva, Lanús terminó muy bien, debió haber ganado. Después de un primer tiempo decididamente malo, en el que se encontró abajo después de un error arbitral y en el que no encontró los caminos, revirtió esa pálida imagen y nos quedamos todos contentos, con un equipo que jugó un segundo tiempo muy bien, tocando, en función de tal y generando varias situaciones como para que la victoria haya sido una realidad.
Queda bastante en juego todavía y la actitud debería ser la mostrada en el complemento a la hora de encarar todo lo que resta. Se le pedía regularidad al equipo, al menos si no pudo ganarlo, terminó empatándolo, precepto que manejaba a la perfección el enorme Miguel Angel Russo, corazón granate, rival del próximo viernes alineando a Rosario Central. Para no ser injustos, citemos la frase de otro prócer en exilio (por decisión propia) en Arroyito, el Tino Ribonetto, que alguna vez dijo ”el valor de este punto lo vamos a saber recién al final del torneo”, refiriéndose al empate de Lanús, justamente contra el equipo de Pipo en aquel momento, Argentinos Juniors. La frase encaja a la perfección como consuelo para aquellos que se fueron mascando bronca del Monumental por la victoria que no se dio pero que sín dudas se mereció.
Ya lo dijimos en el párrafo anterior, se viene Rosario Central, con cierta urgencia por salir de la zona de Promoción pero que seguramente hará un planteo inteligente que Lanús, si quiere dar pelea hasta el final, deberá desarticular y esta vez si, quedarse con los tres puntos para meterle presión a todos los que juegan después. Esta clase de campeonatos se gana con un sprint final interesante y el Grana llega a dos puntos de la cima, con 18 en disputa y la posibilidad de tener al puntero en casa en la anteúltima. Paso a paso, partido a partido o by pass a by pass si la cosa viene para sufrir, pero la premisa es ganarle a Central en Cabrero y Guidi y ratificar todo lo bueno mostrado en el Monumental. Nadie debe quedarse afuera de esta ocasión y la Fortaleza seguramente lucirá acorde a lo que se juega el Grana. La historia la escribimos entre todos y, desde los tablones, habrá que emular todo lo bueno hecho en los últimos meses del 2007. Vamos por eso, es hora de decir presente más que nunca, tiñamos la ciudad de Granate otra vez y soñemos despiertos como hace un año y medio atrás. Sín dudas, sabemos que podemos, todo depende de nosotros.

Por Arthur Andersen Potty

Fuente: Lanus.com.ar

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